Antidepresivos: Medicación para la depresión
Introducción a los medicamentos antidepresivos
Los antidepresivos son medicamentos diseñados para aliviar los síntomas de la depresión. Aunque su propósito principal es tratar la depresión, también pueden ser útiles en el manejo de algunos trastornos de ansiedad. Es esencial comprender que estos fármacos no inducen estados de euforia, y, por lo tanto, no generarán una sensación de felicidad intensa en individuos con un estado de ánimo regular. «Estos medicamentos están diseñados para ayudar a quienes sufren de depresión, no para inducir estados de felicidad en individuos sanos.»
¿Los antidepresivos causan somnolencia?
Con el avance de la investigación, se han desarrollado antidepresivos más avanzados y mejor tolerados por los pacientes. La mayoría de ellos se administra una vez al día, a menudo por la mañana. Contrario a la creencia popular, los antidepresivos generalmente no causan somnolencia ni sensación de estar aturdido. Esta idea errónea surge de la confusión entre antidepresivos y benzodiacepinas. Las benzodiacepinas sí pueden causar somnolencia y reducir la ansiedad, pero no afectan directamente el estado de ánimo. Es común que se prescriban ambos medicamentos simultáneamente, lo que puede generar confusión sobre sus respectivos efectos.
Los antidepresivos generalmente no afectan el desempeño cotidiano de un individuo. No tienen un impacto adverso en la concentración, la memoria, la habilidad social o la capacidad de manejo. En contraste, la depresión puede causar estos problemas. Así, al mejorar el estado anímico general, los antidepresivos podrían contribuir a aliviar estos síntomas.
Cómo administrar antidepresivos
Los antidepresivos requieren una prescripción médica y deben ser prescritos por profesionales de la salud. Es esencial consultar a un psiquiatra para obtener una evaluación exhaustiva y determinar el medicamento más adecuado. Por lo tanto, será este especialista quien instruya sobre la administración correcta de estos medicamentos. Es común que, al inicio del tratamiento, se utilicen ansiolíticos como las benzodiacepinas junto con los antidepresivos, pero se sugiere que el uso de benzodiacepinas no supere las seis a ocho semanas.
Frecuencia de administración de antidepresivos
Por lo general, se indica tomar los antidepresivos una vez al día, preferentemente en la mañana. Si provocan somnolencia, es mejor tomarlos por la noche. Una sola dosis diaria facilita el cumplimiento del tratamiento al paciente, reduciendo la probabilidad de olvidar alguna toma. Por ejemplo, recordar tomar una pastilla durante el desayuno es más sencillo que hacerlo en cada comida. Es menos probable olvidar una sola toma diaria que varias durante el día. Además, para muchos, tomar una sola pastilla diariamente parece menos abrumador que varias.
Determinación de la dosis de antidepresivos
El médico determina la dosis de antidepresivo a administrar. Generalmente, se inicia con la dosis más baja que haya mostrado ser eficaz y se va incrementando de manera gradual, usualmente cada tres o cuatro semanas, según la respuesta del paciente y la aparición o ausencia de efectos adversos.
Duración del régimen antidepresivo
La duración del régimen con antidepresivos debe ser discutida y acordada con el médico que prescribe el medicamento. La decisión del experto en salud mental se basará en diversos factores como la cantidad de episodios previos, cuánto duró el episodio más reciente, cuánto tiempo tomó la recuperación y la presencia de otras condiciones de salud mental o afecciones médicas. No existe una regla fija sobre la duración, pero es crucial que el especialista informe al paciente sobre los riesgos y beneficios en su situación específica.
Reacciones adversas de los antidepresivos
Reacciones inmediatas al uso de antidepresivos
Los antidepresivos modernos tienden a tener un perfil de efectos secundarios limitado. Es común que, si aparecen efectos adversos, estos se presenten durante los primeros días de consumo. Estos síntomas pueden incluir náuseas, cefaleas, malestar estomacal, vértigo, agitación, problemas para dormir o fatiga. Aunque parecen ser una extensa lista, en la práctica, muchos pacientes no experimentan ninguno de estos efectos, y quienes los padecen, generalmente sufren solo uno o dos. A menudo, estos síntomas son leves y no conducen a la interrupción del tratamiento. Es esencial que el médico informe sobre la posibilidad de estos efectos a quienes inician el tratamiento. “Generalmente, los efectos adversos más incómodos de los antidepresivos desaparecen después de algunos días.”
Reacciones a medio plazo de los antidepresivos
A mediano plazo, los antidepresivos también pueden causar efectos secundarios, aunque estos no suelen ser graves para la mayoría de los pacientes. Algunos pueden experimentar variaciones en el apetito, llevando a un aumento o reducción de peso. La disminución de peso, en ocasiones, es un efecto bienvenido, especialmente en aquellos individuos que, debido a la ansiedad, han aumentado de peso. Sin embargo, un incremento de peso puede ser menos deseable y, en ese caso, es importante abordarlo con una alimentación adecuada y actividad física. Aún así, el aumento de peso raramente supera los 5 kg, excepto con medicamentos como la Mirtazapina.
La disfunción sexual es otro efecto adverso que puede persistir. Esto se manifiesta como una reducción del deseo sexual, demora en la eyaculación o dificultad para alcanzar el orgasmo. Dependiendo del antidepresivo, este efecto secundario puede ser más o menos pronunciado.
Adicción a los antidepresivos
Los antidepresivos no llevan a una adicción ni generan tolerancia. Esto significa que los pacientes no se habitúan a su efecto ni se vuelve menos efectivo con el tiempo. Además, iniciar un tratamiento con antidepresivos no implica que se deban consumir indefinidamente. “No hay adicción o reducción de eficacia con el uso de antidepresivos.” Existe un temor generalizado de que una vez que se inicia un tratamiento con antidepresivos, se deberá continuar de por vida. Sin embargo, esta creencia es incorrecta. Las personas se someten a un tratamiento con antidepresivos según su necesidad. Algunas pueden requerir tratamiento por menos de un año, mientras que otras podrían necesitarlo por más tiempo. La duración dependerá de diversos factores como el número de episodios depresivos, su severidad, tiempo de recuperación y antecedentes familiares. En última instancia, la decisión sobre la duración del tratamiento será tomada por el médico en conjunto con el paciente.
“Iniciar un tratamiento antidepresivo no significa que debas continuar de por vida.”
¿Por qué me siento peor cuando dejo los antidepresivos?
La sensación de malestar tras dejar un antidepresivo puede deberse a dos razones principales. La clave está en cuánto tiempo transcurre desde la interrupción hasta el inicio del malestar. Si el malestar se presenta en unos pocos días, es probable que estemos ante un síndrome de abstinencia. Pero si el malestar aparece después de un par de semanas, podría ser indicativo de una recaída. “Frente a un episodio de recaída depresiva, es crucial tomar medidas rápidamente.” En el evento de una recaída, es vital buscar atención médica inmediata, ya que puede ser necesario reanudar el tratamiento antidepresivo. En caso de síndrome de abstinencia, la situación es menos alarmante y se resuelve disminuyendo la medicación de forma gradual y pausada.
Consecuencias de no usar antidepresivos
Mucha gente es reacia a tomar medicamentos para combatir la depresión. Es esencial que estas personas obtengan toda la información pertinente para decidir si deben consumir antidepresivos o no. A pesar de estar informados, algunos aún optarán por no tomarlos. En depresiones leves o moderadas, se puede elegir la terapia psicológica como tratamiento. La terapia psicológica puede ser una solución muy eficiente. Es vital que esta terapia se realice bajo la guía de un experto en psicología clínica o un psiquiatra.
En depresiones severas o recurrentes, evitar antidepresivos podría ser problemático. Aunque la terapia es útil, suele ser más efectiva cuando se combina con medicación. Los antidepresivos son particularmente efectivos en depresiones intensas y en la prevención de recaídas.
Variedades de antidepresivos
Tenemos acceso a una diversidad de antidepresivos agrupados en categorías específicas. Aunque cada antidepresivo tiene sus particularidades, existen características compartidas por cada familia de antidepresivos. A continuación, se mencionan los más comunes:
Antidepresivos ISRS
Estos antidepresivos, conocidos como Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina, son ampliamente usados hoy en día. Actúan específicamente en la Serotonina, que es vital para varias funciones cerebrales. Han probado ser eficientes en tratar síntomas como tristeza, ansiedad, insomnio y otros. Prozac® fue uno de los primeros en este grupo y su éxito dio lugar a la creación de otros similares.
Antidepresivos de doble acción
Estos antidepresivos trabajan en dos neurotransmisores diferentes. Algunos actúan en la Noradrenalina y la Serotonina, mientras que otros actúan en la Noradrenalina y la Dopamina. Pueden ser más efectivos en tratar síntomas como la apatía. Sin embargo, tienden a tener más efectos secundarios que los ISRS.
Otros antidepresivos actuales
Existen diversos antidepresivos, cada uno con sus características únicas que permiten adaptar el tratamiento a las necesidades de cada paciente. Algunos, como Vortioxetina, son notables por mejorar síntomas cognitivos. Otros, como Mirtazapina, pueden ayudar con problemas de sueño. Hay otros con mecanismos de acción únicos, como Agomelatina, y aquellos que, aunque efectivos, han caído en desuso debido a sus efectos secundarios, como los tricíclicos. Por último, algunos se usan más por sus efectos secundarios beneficiosos que por su acción antidepresiva principal, como la Trazodona, que se usa como sedante.
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Dr. Cristobal López Martín
Psiquiatra en Marbella especialista en Depresión