Consejos para la familia de un enfermo de Alzheimer de más de 60 años

El Alzheimer afecta a un gran número de adultos mayores y necesita de cuidados específicos. Su tratamiento suele traer a los parientes grandes retos tanto físicos como emocionales y es por eso que te daremos algunos consejos para la familia de un enfermo de Alzheimer.

Alzheimer: 7 consejos para familiares

Consejos para cuidar un enfermo de Alzheimer

 

1. Llévalo a un especialista cuánto antes

El Alzheimer es una enfermedad degenerativa con un desarrollo progresivo y por etapas. Si bien no conocemos una cura, sí es posible retrasar los efectos de ella en quienes la padecen. Por ello es importante acudir a un psiquiatra al momento de empezar a notar sus indicios.

Estos son: mala memoria, dificultad al concentrase, desorientación o dejar tareas incompletas. Así mismo los síntomas en su comportamiento pasan por la agresión, irritabilidad, tristeza y cambios de humor repentino. También es común ver cómo no pueden realizar movimientos simples con sus manos.

De notar alguna de ellas y acudir al especialista, este les recetará un tratamiento adecuado con el fin de retrasar su avance. También les dará instrucciones sobre ejercicios diarios tanto cognitivos como motores con el mismo objetivo.

2. Crea una rutina de los ejercicios a seguir

Uno de los mejores consejos para cuidar a un enfermo de Alzheimer es realizar rutinas que incluyan las actividades recomendadas por el especialista. Estas se deben realizar diariamente y sin falta de ahora en adelante.

Una forma de cumplirlas es hacer una lista de los ejercicios pautados para cada día. Así lograrán cumplirlos a cabalidad y con el paso de los días tu familiar los integrará a su vida cotidiana. No siempre tienen que ser los mismos, lo ideal es variarlos día a día con el propósito de no abrumarlo o irritarlo.

3. Compartir la responsabilidad del cuidado

Muchas familias suelen tener disputas durante el proceso del Alzheimer y se debe a lo duro del trabajo. Algo recomendable es no dejar en manos de un solo integrante la obligación de su cuidado. En cambio, lo mejor es compartir la responsabilidad de su atención y sus ejercicios.

Dividan la semana en varios días en los cuales una persona esté a su lado y luego otro le sirva de relevo. Así, la carga física y mental será menor con el fin de evitar el estrés. De igual manera, hagan un listado de los gastos de su tratamiento y divídanlos en partes iguales.

4. Plantea reuniones periódicas

Conforme pasen los días el trabajo puede llegar a agobiarlos o generar problemas. Estos a la larga resultarán difíciles de solucionar y lo mejor es comunicarlos en reuniones periódicas con los miembros del grupo familiar.

En estas charlas hablarán de cómo se siente cada uno con las tareas. Si a alguien le ocasiona problemas cumplir con cierto horario, lo ideal es cambiar sus horas de cuidado. O en caso de necesitar más ayuda al bañarlo, darle de comer y realizar los ejercicios preventivos, también conveniente expresarlo.

Todo con el fin de llevar acabo lo mejor posible cada una de las tareas propias del monitoreo y evitar el agotamiento. Igualmente, en caso de ser necesario más dinero para el tratamiento es recomendable discutir el aporte en una reunión.

Las reuniones incluso les permitirán evaluar cómo se siente el paciente. Si alguien lo ha sentido más triste de lo habitual o piensa que está comenzando a perder sus facultades motoras debe decirlo a los demás.

5. Tener mucha paciencia

Uno de los puntos principales en la guía para familiares de enfermos de Alzheimer es mantener la calma con ellos. Los mayores no tienen la culpa de sus dificultades y aún en los días de mal humor o tristeza es necesario comprenderlo.

Más aún, en las primeras fases ellos no están acostumbrados a no tener la misma capacidad de antes y eso los hará sentir ansiedad. No los presiones de ningún modo al llevar a cabo los ejercicios, apóyalos en todo momento y dales el tiempo necesario para realizarlos.

6. No hagas cambios bruscos en su entorno

Con el transcurso de los días sus recuerdos a corto plazo se verán afectados, por lo cual un cambio pequeño causaría confusión. De allí la importancia de mantenerlos en un entorno conocido y no modificarlo bruscamente. Tampoco es bueno cambiar de casa a una persona con Alzheimer.

Mudarlos en un principio no traería gran problema, pero probablemente terminen olvidando cuando llegaron ahí. Lo ideal es tomar el tratamiento en su hogar con las personas de su entorno cercano.

7. Asistir a terapia con un psicólogo

En los pacientes es necesario acudir periódicamente a control para mantener un estado de ánimo positivo y evaluar sus avances. Mas en el caso de los familiares también es una excelente manera de evitar la carga mental, la depresión y el estrés. Se trata de un proceso difícil, pero con ayuda de un especialista conseguirán llevarlo a cabo con la mejor disposición.

Conclusiones

Lo más importante es hacer sentir bien a nuestro familiar, recordemos lo duro de este padecimiento. Quienes lo sufren experimentan pérdida de memoria a corto y largo plazo, deterioro de las funciones cognitivas y motoras. Por eso de valor tener atención especializada, armarse de paciencia y estar al pendiente de sus necesidades.

Igualmente, la situación propia de los cuidadores es difícil, ver a los abuelos o padres atacados por esta condición los afecta en gran medida. Lo cual en ocasiones trae mal humor y disputas. Pero a fin de volver el ambiente familiar más cómodo, trabajen en equipo, comuniquen sus problemas y asistan a terapia.

Estos son algunos consejos para la familia de un enfermo de Alzheimer. Te ayudarán a hacer de su cuidado una experiencia agradable para todos. Recuerda que la salud mental es clave en estos casos y si te sientes estresado, agotado o deprimido, asistir a un psicólogo o psiquiatra te ayudará a mejorar tu ánimo.

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