Consejos para lograr una sana convivencia familiar
Con frecuencia, llevar una sana convivencia familiar se torna un asunto complicado. Existen distintas causas que provocan discusiones, disputas y desacuerdos que, si no se resuelven de forma adecuada, conducen al distanciamiento y a la falta de armonía en casa.
Es por ello que en este artículo, quiero compartirte una serie de consejos que te guiarán a ti y a los tuyos hacia una mejor comunicación, comprensión y, en general, hacia una mejor relación entre ustedes.
¿Cómo conseguir una buena convivencia familiar? 7 consejos para aplicar día a día
Buscar un momento para hablar
En primer lugar, es importante saber que uno de los objetivos de la convivencia familiar es tener más espacios de comunicación con tus familiares.
Proponer un momento en especial, bien sea por la tarde o por la noche, donde todos puedan reunirse y hablar un poco acerca de su día, es una excelente opción para lograrlo.
El objetivo de esta actividad es tener la oportunidad de conversar en un ambiente cálido y de confianza, donde cada quien pueda expresarse y sentirse escuchado a plenitud.
Buscar una afición en común
Otra idea perfecta para compartir un poco más de tiempo con tu familia es a través de un hobby o afición en común.
Puede ser cualquier actividad como correr, ir a nadar, ver películas, ir al cine, etc., que se pueda realizar tanto en casa como al aire libre.
Esto es de especial utilidad para acercarte a aquellos con quien más te cuesta relacionarte o para retomar la cercanía si por cualquier razón se han distanciado.
Establece un día especial en la semana para hacer dicho pasatiempo con esa persona. Asegúrate de que esta sea tanto de tu agrado como del de tu familiar, de esta forma, todo fluirá con naturalidad.
Fijar normas a seguir
Definir un sistema de normas a respetar es algo que puede impulsar una mejor coexistencia en el hogar.
Esto a su vez resulta conveniente si se cuenta con hijos pequeños o adolescentes, ya que ayuda a poner límites sanos sin perjudicar su propia libertad ni su autonomía.
Es preferible que estas sean establecidas con la participación de todos los miembros de la familia.
En ellas, es posible abarcar distintos detalles como la hora de llegada, las cosas que están permitidas hacer, que tipo de cosas o conductas no se permiten, etc.
Asignar deberes
Distribuir los deberes es una buena opción para asegurar la cooperación coordinada de todos los miembros de la casa.
Por otra parte, el otorgar una responsabilidad específica a los hijos permite fomentar en ellos un sentido de autosuficiencia, al mismo tiempo que previene desacuerdos y discusiones sobre las actividades a realizar y quién debe hacerlas.
Al llevar a cabo la asignación, es importante dejar en claro a quien corresponde determinada tarea, así como el día y la hora en que debe hacerse, tomando en cuenta la opinión y el acuerdo de los demás.
Procurar una comunicación adecuada
Con mucha frecuencia, se suele tener una comunicación deficiente con aquellas personas con las que hemos vivido mucho tiempo y damos por sentada su presencia.
Acciones como mostrar desinterés en la otra persona, no escuchar, responder de forma impulsiva o agresiva, etc., son algunas de las grandes carencias que es común encontrar en estas situaciones.
Esforzarse por mejorar la comunicación, aprender a escuchar y ser más amables, es algo que ayudará de manera notable a mejorar la armonía en casa.
Comer en familia siempre que sea posible
La hora de la comida es un buen momento para compartir un poco más de tiempo con los familiares.
Debido a cuestiones como el colegio o el trabajo, sabemos que no es posible hacerlo todos los días. Sin embargo, reservar un día o dos días de la semana, es algo que puede ayudar en gran medida.
Es importante que en la mesa evites distraerte con el móvil u otro aparato tecnológico. Procura disfrutar y prestar plena atención a este momento.
Pasar tiempo de calidad
Todos los consejos anteriores son de utilidad para compartir y convivir con la familia. Sin embargo, lo más importante es asegurarse que cada uno de estos instantes sean, ante todo, un verdadero tiempo de calidad.
Esto quiere decir que es fundamental prestar completa atención a tus familiares, escucharlos, interesarte por su bienestar y sus preocupaciones, dejando de lado cualquier distracción o pensamiento externo que ocupe tu mente.
Trata siempre de aprovechar al máximo cada momento que te sea posible pasar con ellos.
El control emocional dentro de la importancia de la convivencia familiar
Además de los consejos anteriores, es imprescindible tener en cuenta que el control emocional es un aspecto que juega un rol relevante dentro de la buena convivencia familiar.
Es por ello que, en primer lugar, es indispensable que mires a tu interior e identifiques aquellas fallas que no te permiten avanzar. Enseguida, veremos algunas pautas a analizar y que te ayudarán a mejorar en esta área.
Atiéndete a ti mismo
Aunque tus familiares son personas con las que seguro has pasado mucho tiempo a lo largo de tu vida, no puedes culparlas por tu nivel de felicidad actual o por ser la persona que eres ahora.
Para dar solución a cualquier problema familiar, primero es necesario que veles por tu propio bienestar emocional.
Actuar con independencia emocional será beneficioso tanto para ti como para toda tu familia, y pronto te convertirás en un ejemplo a seguir para ellos.
Respeta la singularidad de los demás
A pesar de ser tus familiares, es importante que aceptes que cada uno de ellos cuenta con sus rasgos característicos en cuanto a emociones, gustos, intereses y habilidades.
Es posible que a tus hermanos no les atraigan los mismos hobbies que a ti, que tus hijos decidan dedicarse a una profesión diferente a la tuya o, incluso, que tu cónyuge no esté de acuerdo contigo todo el tiempo.
Ten cuidado con las memorias negativas
Traer al presente recuerdos no gratos del pasado pueden llegar a afectar considerablemente el ambiente familiar.
Si notas que estas memorias pueden estar afectándote, reflexiona un momento sobre ellos y cómo puedes evitar que estos influyan en tu comportamiento actual.
Disfruta el momento y acepta el cambio
Es normal sentir preocupación ante el cambio. Los padres envejecen, a la vez que los hijos crecen y se van de casa.
Es crucial saber aceptarlo y sacar la mejor partida de esto. Pregúntate ¿qué cosas nuevas pueden realizar juntos ahora y que antes no era posible?, ¿qué alternativas existen para continuar divirtiéndose?
Conclusiones
A pesar de existir diferencias, gustos e intereses distintos, siempre es posible encontrar medios para compartir con nuestros familiares y mantener una relación cálida y cercana con ellos.
Recuerda que solicitar ayuda de un profesional de la salud mental como un psicólogo o un psiquiatra puede ayudarte a establecer estrategias para mejorar la comunicación y la armonía en el hogar.
Si sientes que requieres apoyo en esta área, te invito a contactar conmigo a través de mi número móvil o mediante el teléfono +34 951 506 193. Estaré encantado de guiarte a ti y a los tuyos hacia una sana convivencia familiar.