Qué diferencia hay entre demencia y depresión
En adultos mayores, las enfermedades demencia y depresión conllevan el riesgo de ser mal diagnosticadas debido a la semejanza de sus síntomas.
Al respecto, es común encontrarse con diversas situaciones, ya sea que la demencia y la depresión se superpongan, coexistan o se presenten de manera independiente.
A veces, la depresión puede ser un indicio temprano de una demencia; en otras ocasiones, los síntomas depresivos son parte del proceso de la demencia y se considera que son un aspecto de la enfermedad en sí, más que una respuesta a ella.
Pero, aunque su sintomatología sea muy similar el tratamiento y el pronóstico son diferentes. De allí la relevancia de conocer sus síntomas y saber diferenciarlas.
Síntomas de la demencia y depresión
Para poder determinar si es demencia o depresión, primero veamos la caracterización de cada una de ellas. Luego, observaremos sus diferencias.
Depresión
La depresión es un trastorno del estado de ánimo caracterizado por una tristeza persistente, pérdida de interés o placer en actividades normales, y cambios en el apetito, el sueño, la energía y la capacidad para aumentar.
También puede incluir sentimientos de desesperación, culpa, ansiedad y pensamientos suicidas. La depresión es una enfermedad común y seria que afecta a personas de todas las edades y puede tener un impacto significativo en la calidad de vida. Es tratable con terapia, medicación y cambios en el estilo de vida.
Los síntomas de la depresión pueden variar de persona a persona, pero algunos de los síntomas comunes incluyen:
- Tristeza, sentimientos de vacío o desesperación.
- Pérdida de interés o placer en actividades normales.
- Cambios en el apetito, el sueño y la energía.
- Disminución de la capacidad para pensar o concentrarse.
- Dificultad para tomar decisiones o recordar cosas.
- Sensación de culpa, vergüenza o inutilidad.
- Ansiedad, irritabilidad o agitación.
- Pensamientos o acciones suicidas.
Características de las personas que la padecen
- El inicio de los síntomas es preciso y evidente, y su evolución es rápida.
- Con frecuencia hay antecedentes de enfermedades psiquiátricas
- Las personas cercanas al afectado, suelen ser conscientes del deterioro.
- Los pacientes describen con detalle sus dificultades.
- Durante la evaluación, muestran poco esfuerzo o rechazo al realizar tareas cognitivas y tienden a responder «no sé» o «no puedo».
- Enfatizan sus errores o dificultades y se angustian más por los resultados.
- Se observa un deterioro menor en las actividades cotidianas.
- El primer síntoma es un estado de ánimo triste o deprimido.
- En cuanto a las dificultades cognitivas, hay un menor deterioro en la orientación, una buena fluidez verbal y quejas subjetivas de memoria.
- Estas dificultades mejorarán tras la aplicación de un tratamiento antidepresivo.
Demencia
La demencia es un término general utilizado para describir una serie de síntomas que incluyen deterioro cognitivo y de comportamiento, además de incapacidad para realizar actividades cotidianas.
El deterioro cognitivo se refiere a problemas con la memoria, el pensamiento, el lenguaje, el juicio y la capacidad para realizar tareas simples. El comportamiento y las habilidades para realizar actividades cotidianas también pueden verse afectadas.
Hay diferentes tipos de demencia, siendo la enfermedad de Alzheimer la más común, provocando aproximadamente el 60-80% de los casos.
La demencia es una enfermedad crónica y progresiva, y a menudo se agrava con el tiempo. Es incurable y las opciones de tratamiento están enfocadas en mejorar la calidad de vida de las personas que la padecen y aliviar los síntomas.
Los síntomas de la demencia pueden variar dependiendo del tipo de demencia y del estadio de la enfermedad. Sin embargo, algunos de los síntomas comunes incluyen:
- Pérdida de memoria a corto plazo, como olvidar eventos recientes o nombres de personas conocidas.
- Dificultad para planificar o realizar tareas sencillas.
- Cambios en el lenguaje, como dificultad para encontrar las palabras adecuadas o hablar.
- Dificultad para reconocer lugares u objetos familiares.
- Cambios en el juicio o en la capacidad para tomar decisiones.
- Cambios en el comportamiento o en las emociones, como la apatía, la ansiedad o la depresión.
- Problemas con la visión, como dificultad para juzgar distancias.
- Pérdida de interés en actividades cotidianas o en el cuidado personal.
Cabe mencionar que estos síntomas pueden ser causados por otras enfermedades no relacionadas con la demencia, es por eso que es importante acudir a un psiquiatra para una evaluación completa y un seguimiento adecuado para determinar la causa de los síntomas y establecer el tratamiento adecuado.
Algunas de sus características
- El inicio de los síntomas suele ser gradual e insidioso, y su evolución es lenta.
- Es más común que no haya antecedentes psiquiátricos previos.
- Las personas cercanas al afectado no suelen ser conscientes al principio debido a que los déficits suelen ser ocultos.
- Los pacientes describen sus dificultades de manera vaga e imprecisa, a veces no son conscientes de ellas.
- Se esfuerzan en las tareas, aunque fracasen, y sus respuestas están cerca de la corrección.
- Muestran menos angustia e incluso indiferencia.
- Desde el inicio, se observan problemas en las actividades cotidianas.
- Uno de los primeros síntomas son los trastornos de memoria (objetivamente comprobables), junto con un deterioro en la orientación y una baja fluidez verbal.
- Aunque mejore el estado de ánimo, las dificultades cognitivas se mantendrán.
Diferencias entre depresión y demencia
Como se puede observar los síntomas en pacientes jóvenes pueden ser fácilmente identificables y diagnosticados. Pero cuando aparecen en pacientes mayores de 60 años, los síntomas descritos pueden ser confundidos con una enfermedad de demencia, lo que puede llevar a un diagnóstico equivocado.
En este sentido tenemos que los siguientes elementos nos pueden ayudar a identificarlas o diferenciarlas.
- La aparición de los síntomas cognitivos en pacientes con depresión suele ser rápida y fácilmente identificable, mientras que en la demencia su origen es más gradual y difícil de determinar.
- Los familiares de una persona con depresión suelen ser conscientes del trastorno, mientras que, en la demencia, puede pasar mucho tiempo antes de que se detecten síntomas evidentes.
- La desorientación espacial no es común en la depresión, pero es frecuente en las demencias.
- En cuanto a las quejas de mal rendimiento cognitivo, las personas con depresión tienden a culparse a sí mismas y buscan ayuda, mientras que las personas con demencia tienden a culpar a los demás y a ocultar los problemas.
- En las pruebas neuropsicológicas, las personas con depresión a menudo responden «no lo sé», mientras que las personas con demencia a menudo se inventan respuestas.
- El sufrimiento y la autoestima son más intensos en los trastornos depresivos, mientras que, en la demencia, el deterioro cognitivo es más evidente y afecta a varias capacidades.
- Los estados de ánimo en las personas con trastorno depresivo son generalmente bajos y estables, mientras que, en la demencia, pueden fluctuar.
Además, es relevante aclarar que las personas con una depresión mayor pueden presentar síntomas muy semejantes a la demencia. A esto algunos teóricos lo denominan pseudodemencia depresiva.
Al igual que la demencia los síntomas de la pseudodemencia incluyen deterioro cognitivo, cambios en el comportamiento y dificultad para realizar tareas cotidianas. Sin embargo, hay algunas características que pueden ayudar a diferenciar entre demencia y pseudodemencia.
- La pseudodemencia tiene un inicio y un curso más rápido que la demencia.
- Los síntomas pueden ser más graves y variar con el estado de ánimo.
- Se puede observar una mejoría en los síntomas con el tratamiento antidepresivo en la pseudodemencia.
- En la demencia no existe una cura y los tratamientos están enfocados en mejorar la calidad de vida y aliviar los síntomas.
Es importante tener en cuenta que la pseudodemencia no es un diagnóstico establecido en sí mismo, sino que es un término utilizado para describir una condición en la que los síntomas de la demencia son causados por un trastorno mental.
En conclusión, la demencia y la depresión son dos trastornos mentales distintos que pueden presentar síntomas similares, lo que puede dificultar su correcto diagnóstico. Por ello, es imprescindible buscar la ayuda de un psiquiatra en caso de presentar los síntomas mencionados.